
Un año antes de morir, en 1994, Selena había ganado su primer premio Grammy. Vendía millones de copias de sus cinco álbumes de estudio como solista y estaba por lanzar uno más cuando su voz fue apagada.
Yolanda Saldívar, la fundadora y presidenta del club de fans de la artista, se había convertido en su asistente personal y gerente de ventas de su marca, Selena Etc. Pero después de cuatro años de colaboración, la relación de ambas se había deteriorado.
En medio de una discusión, la mañana de aquel 31 de marzo, Saldívar disparó un revólver calibre .38mm que dejó herida de muerte a la cantante, como se determinó posteriormente en el juicio.
Saldívar declaró desde un principio que sí disparó en contra de su «hija», como la llamaba.
Pero desde entonces ha mantenido que fue por accidente.